March 2010 Archives

Siendo consciente de la gran complejidad que puede llegar a entrañar para el inversor no familiarizado con los sistemas de inversión automáticos, el tener que elegir el sistema o combinación de sistemas más adecuado a la inversión que desee realizar, es por ello que me propongo con este post guiarle en su elección, desarrollando una serie de pautas que dicho inversor debería seguir a la hora de buscar un sistema de inversión automático robusto:

1. Para empezar, el inversor deber tener muy claro la suma de dinero que está dispuesto a perder. Digo bien, cuando hago tamaña afirmación que puede "echar para atrás" al inversor más "arriesgado". Puede sonar "fuerte", dicha afirmación pero tiene toda su lógica, pues tener claro la cantidad que podemos o queremos arriesgar nos ayudará a ser "disciplinados" en nuestra inversión y no dejar de utilizar el sistema de inversion automático a las primeras de cambio, ya que hemos de tener en cuenta, aunque históricamente se ha demostrado que son bastante fiables y son una manera racional e inteligente de invertir, los sistemas de inversión automáticos también pueden sufrir rachas de perdidas. Todo ello implicará que el inversor no deje de utilizar el sistema al sufrir dos o tres negocios fallidos, dejando de beneficiarse de los beneficios que el mismo obtendrá a continuación.

2. Un parámetro importante a tener presente al elegir un sistema de inversión automático es la serie de pérdidas del sistema de inversión automático. Técnicamente se denomina Draw Down a la serie de pérdidas históricas del sistema de inversión automático. Por ello, es imprescindible elegir un sistema de inversión automático con un Draw Down o serie máxima de pérdidas históricas lo más pequeño posible.

3. Hay que tener muy en cuenta también la relación entre beneficio y serie máxima de perdidas o Draw Down del sistema de inversión automático. De esta forma, no se puede considerar eficiente un sistema de inversión automático que obtiene un millón de euros de beneficio si su máxima perdida es de otro millón -es decir, que en tal caso deberíamos de arriesgar como mínimo un millón para intentar conseguir otro-.

4. Para que un sistema de inversión automático y sus resultados sean fiables y robustos, estos han de conseguirse mediante su aplicación en una base de datos histórica extensa en el tiempo. Asimismo, durante ese extenso periodo, el mercado bursátil deberá de haber experimentado todas las fases por las que habitualmente puede pasar - a saber, fases bajistas, fases alcistas y fases planas o neutras-.

Asimismo, el sistema de inversión automático debe haber llevado a cabo un número importante de operaciones de compra y venta. Un sistema de inversión automático que no haya ejecutado al menos un mínimo de cien operaciones de compra y venta no puede considerarse mínimamente fiable. Una excepción a lo dicho podría señalarse con relación a los sistemas denominados tendenciales -que son aquellos que buscan tendencias- en gráficos diarios para acciones, en los que, normalmente los sistemas de inversión automáticos no efectúan muchas operaciones, siempre y cuanto las bases de datos históricos sobre los que se aplica el sistema de inversión automático sean muy extensas. A modo de ejemplo a lo antedicho, podemos detallar que la plataforma de gráficos Visual Chart, la más popular en España y utilizada por los sistemas de inversión automáticos de Abcbolsa, ofrece datos en diario de las acciones del ibex35 desde el año 1985. Es decir, la base de datos que ofrece Visual Chart y sobre la que aplicamos nuestros sistemas de inversión automáticos para acciones es de 25 años, tiempo más que suficiente para comprobar la robustez de nuestros sistemas de inversión automáticos, aunque estos efectúen tan solo ocho o diez operaciones anuales por término medio.
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Mención aparte son los sistemas de inversión automáticos que aplicamos sobre contratos de futuros o contratos por diferencias o cfds, en los que el número de operaciones para que un sistema de inversión automático sea fiable debe de ser muy superior a las antes señaladas -mínimo mil o mil quinientas operaciones sobre una base histórica de al menos siete u ocho años-.

A partir de aquí ya podemos hacernos una idea más o menos clara de las pautas a seguir a la hora de elegir un sistema de inversión automático para invertir en acciones o en otro producto financiero.